Puentes que respiran
Pasarelas que enlazan los módulos sin cerrar la huella: la vegetación se infiltra y el aire cruza libre. Experiencia abierta y fluida, íntima pero conectada con el exterior.
La nave del océano
Gran espacio social de madera y concreto mirando directo al Pacífico: sala, comedor y terrazas en continuidad visual, techo a un agua y azotea-mirador para el atardecer.
Habitaciones en módulos
Dormitorios aislados en volúmenes independientes al fondo del terreno para máxima privacidad y descanso; todo se organiza con puentes y un patio de agua que aporta sombra y calma.